Mi madre odia cocinar, pero adora comer, así que se descarga olvidando cómo cocinar una y otra vez. Mi madre, a los sesenta años, cocina por el libro. No hablo de arroz, frijoles o tortillas, pero flanes de leche, panetelas, sopas, carnes… para eso se remite a la bibliografía autorizada: Nitza Villapol.
Nitza es una institución en la cultura culinaria cubana. Su programa Cocina al minuto –con recetas fáciles y rápidas de hacer– estuvo en la televisión cubana desde 1956 hasta bien entrados los noventa, sus libros se editaron y reeditaron, se venden todavía hoy. Su estilo es imitado por tres programas de la TV actual –ventajas o desventajas de tener más canales y menos imaginación entre quienes programan– pero sobrevive como paradigma en el imaginario nacional de lo que debe ser un programa de cocina. ¿Recuerdan las charlas de Nitza mientras batía o mezclaba? Pequeños detalles que hacían la diferencia entre “comida para no morir de hambre” y “buena mesa”, testimonios de su experiencia en la investigación –y como me hubiera gustado participar de esos “ensayos clínicos”.
Se imaginan a estas alturas que yo también cocino por el libro. Nada tiene de extraordinario: se aprende por imitación, y yo imité a mi madre, así que me acostumbré a cocinar por el libro o seguir las instrucciones de las cajas al pie de la letra –olvidé mencionar que mi madre también es fan de la comida instantánea. Es la mía una relación intelectual con la cocina, cimentada por cronómetros, cucharas y tazas de medida, listas de ingredientes, potes herméticos, cuchillos y paletas clasificados por uso, tamaño y color. Porque a mi tampoco me gusta cocinar, al verdad.
Y sin embargo… Yo enseñé a cocinar a mi pareja.
No deja de ser gracioso. Rogelio, como mi padre –Freud, revuélcate de risa– tiene verdadero don para la cocina. Solo que cuando nos conocimos no lo sabía porque su mami no le dejaba cocinar –¡ah!, pero lo primero que me preguntó a mí era si sabía. Así que yo le enseñé a medir, a ordenar, a armar un menú, la diferencia entre sancochar y salcochar para luego… ser expulsada de la cocina salvo para fregar. No me molestó: me gusta comer, pero no cocinar, así que mi feminismo-racional se expresa dejando cocinar a otra persona mejor y más motivada que yo.
Pero seguimos cocinando por el libro, ya que como buenos amantes, queremos tener festines de sentidos cada día, en cada bocado. ¿Recuerdan Nueve semanas y media? Entonces ya saben lo que se me acabó con esto de tener un bebé y ceder la cocina a mi suegra.
Es que mi suegra tampoco sabe cocinar, pero está en negación desde hace cuarenta años.
Estamos conectados. No es novedad, claro…
Yo también uso libros, y este de Nitza más, porque siempre hay algún viajero que quiere comer comida cubana. Imagina, para los españoles, solo comemos «arroz a la cubana» que es arroz blanco y huevo frito. Delicioso pero no único. Esta semana, por el cumple de una nena china, de madre cubana y padre belga, y que es mi vecina, hubo fiesta y comida cubana. Cocinó otro, claro, pero yo saqué el libro y les conté del programa aquel de Nitza y Margot, que aún recuerdo el Intro, y luego de sus últimas recetas, las de la toronja empanada y esas cosas.
Debe ser pesado, lógico, pero me gusta que seas mamá.
te echo de menos
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Trato de no comer en las calles, es lo peor que se puede hacer. Mejor preparar sus propios alimentos en casa. Saludos desde Panamá.
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Tu suegra tenia o tiene un plato unico y maravilloso: tortilla de leche condensada. Y tu suegro tambien innova en el arte culinario: helados de boniato…
Tenemos fe que Auril no herede estos dotes.
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…traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro…
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía…
AFECTUOSAMENTE
EN 2310 Y 8225
DESEANDOOS UNAS FIESTAS ENTRAÑABLES DE NAVIDAD 2009 ESPERO OS AGRADE EL POST POETIZADO DE CREPUSCULO.
José
ramón…
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Que opino? jajajajajaja, ná, me estaba riendo llegate a mi blog que te voy a enseñar unos platos que tu suegra va a convulsionar de envidia.
http://www.desconexioncubana.com/blogs/cuba/
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