La idea, concebida y llevada a cabo por Pablo Rigal, director de Cubaliteraria, es otra expresión de su compromiso con los nuevos formatos de lectura y su popularización a través del desarrollo de volúmenes diversos, con enfoques novedosos y de rápido procesamiento editorial. Rigal es graduado de Filología por la Universidad de La Habana, donde ejerce como docente, al tiempo que promueve la cultura digital. Se confiesa lector persistente de la ciencia ficción europea y norteamericana del siglo XX.
La novia mecánica evidencia tal persistencia. Los relatos seleccionados tienen en común la asunción del tema del amor y la voluntad de descubrir su contenido último a través de su deconstrucción. Se suceden las relaciones entre seres de mundos y especies diferentes, el desmontaje del vínculo entre humanidad y máquinas, así como el impacto del desarrollo tecnológico en las relaciones de pareja.
Por supuesto, como en toda antología de relatos de amor, aquí están también las ilusiones perdidas y añoradas, la revelación de mundos interiores, el sitio de ternura íntima donde ciencia –bioquímica del cerebro, funciones perceptivas alteradas– y fantasía –alas que baten, sueños compartidos– se confunden. Los enfoques de esta docena de cuentos son diversos, desde el erotismo hasta al humor, pasando por la ironía.
Se incluye a autores imprescindibles del género, como Isaac Asimov, Philip K. Dick, Kir Bulicher, Ray Brabdury y Larry Niven. Hay solo una autora, Olga Larinova, pero su relato tiene una clara intención de género “Divorcio a la marciana”.
La presentación estuvo a cargo del Michel Encinosa, Licenciado en Lengua y Literatura Inglesa por la Universidad de La Habana, escritor de CF y fantasía de la generación que comenzó a publicar en el siglo XXI. Su nombre es uno de los imprescindibles en el fandom de Cuba, en los géneros de ciberpunk (Niños de neón, Dioses de neón, Veredas) y fantasía heroica (las crónicas de Yali recogidas en Sol Negro y La Guerra sin ti). En fin, que sabe de lo que habla en lo que a ciencia ficción se refiere.
En su opinión, la idea de esta antología es genial. En Cuba persiste la errada percepción de que la ciencia ficción especula solo sobre laboratorios y partículas, sobre ciencias “duras” y disyuntivas filosóficas que pondrán al mundo al borde. Rigal, con esta antología, revela lo que debía ser conocimiento común: la ciencia ficción es un gran género para el relato amoroso. Permite crear nuevas situaciones para el amor, y nuevas identidades como objeto del deseo. También permite explorar los sesgos culturales a partir de la especulación y cómo la perciben otras mentalidades (Inteligencias Artificiales, Extraterrestres, Electrodomésticos u otras especies de la Tierra). Estos ejercicios de extrañamiento –explicó– abren la posibilidad de hallar la esquiva esencia de tal sentimiento.
¿A qué es un regalo absolutamente geek para este 14 de febrero? Por cierto, Rigal desea saldar su deuda personal de lecturas de ciencia ficción nacional con una antología, de enfoque similar, pero compuesta solo por textos del patio. Así que prepárense para el 2015. Todo cortesía de Cubaliteraria y sus Lecturas en la Red.
Tomado de Web de la Feria Internacional del Libro