Feria 2013: Roman Senchin: La nueva escritura de Rusia usa un idioma rico por su diversidad

La sala Carpentier de La Cabaña fue el espacio ideal para la charla «La prosa contemporánea: temas principales», parte del programa de Rusia en esta Feria Internacional del Libro. El ponente fue Roman Senchin, escritor oriundo de Tuva (Jakasia, Siberia), lector empedernido de Vasili Chukshin y Anton Chejov. Con la ayuda de las preguntas del público, muy interesado en el tema, se estableció un agradable diálogo acerca de la nueva generación de narradores de Rusia.
 
Recursos se promoción
 
Roman Senchin ha estado involucrado en varias iniciativas para promover el conocimiento y visibilidad de la nueva generación. En especial, se refirió a la edición de antologías, la organización de foros y la edición de catálogos.
 
Las antologías, dan la posibilidad de reunir y poner a disposición del público resúmenes del momento. En Cuba, por ejemplo, se editó en 2010 Narraciones rusas contemporáneas, muy buena reunión de las voces nuevas. En general, en Rusia se editan muchas antologías en la actualidad, pues lo consideramos un buen camino hacia los lectores.
 
Desde hace una década, Senchin trabaja en la organización de un Foro anual de jóvenes escritores en Moscú. Se trata de una reunión de 100 a 150 autores de los lugares más distantes de Rusia. Se trata de una experiencia muy agradable, con debates, conferencias de escritores experimentados, editores y promotores literarios. Ayuda en dos vertientes, la promoción en los medios y estrechar lazos, pues los jóvenes comprueban que tienen inquietudes semejantes. 
 
Por último está el Catálogo, creo que el nombre es un poco feo, pero es justamente eso. Una lista de autores y sus datos (foto, formación, críticas recibidas, fragmentos de obras), orientado para el uso de quienes desean información rápida. Confieso que al principio estaba escéptico sobre los resultados, pero resulta que ha tenido muy buena acogida entre especialistas y redactores.
 
La obra, la vida y la historia
 
Roman Senchin se considera un escritor realista, que escribe sobre la vida moderna de Rusia. La mayor parte de lo que escribe son anécdotas de él o personas conocidas, y gusta de concentrarse en la emociones de los personajes. Por supuesto, tampoco es naturalismo, pero el componente fantástico de sus relatos es mínimo, no está seguro de cómo aparece.
 
Ahora está concentrado en relatos que recrean su infancia y juventud, muchos en Tuva, su patria chica. Considerando que lleva 15 años viviendo en Moscú y solo iba de visita, se trata más bien de evocaciones, recreaciones de recuerdos. Este tipo de escritura tiene sus propias enseñanzas, pues en realidad siempre se recuerda y se ven las acciones o sentimientos sobre la base de la experiencia acumulada. Así, descubres que, en efecto, «nadie escarmienta por cabeza ajena». Además, está el hecho de que, como escribo de Siberia, muchas personas lo leen como «relatos exóticos». En todo caso es satisfactorio, pues esos eventos comenzaban a desdibujarse.
 
Otra línea que es constante en su escritura es la contingencia de la vida. Es la contingencia lo que nos impide saber qué pasará, por más que intentemos hacer planes. Explorar eso en la literatura es muy interesante. En esa línea, tengo mucho placer en releer mis relatos anteriores. La memoria no lo puede guardar todo, pero la literatura conserva la memoria. Incluso, los aportes de distintos escritores con experiencias diferentes, permiten ver mejor la historia. No ben igual la desaparición de la URSS quienes eran adultos que la generación que tenía 15 a 20 años. Vivieron todo como una tragedia, y ahora tratan de hacer literatura de eso.
 
Las lenguas de Rusia
 
El ruso es la lengua franca de la federación, aunque las nacionalidades conservan sus lenguajes propios, estos están muriendo.
 
Primero fue la represión a las expresiones locales, durante el siglo XX, en busca de un ruso estándar. Ahora ya no hay miedo a que los localismos se cuelen, creemos que enriquecen el ruso. El problema con la literatura en otras lenguas de rusa es la falta de traductores, que obliga a los jóvenes a escribir en ruso para llegar a las publicaciones.
 
La traducción se encuentra en punto muerto desde hace veinte años. En la URSS había varias editoriales especializadas en la traducción al ruso, y el trabajo de la traducción era bien pagado. Antes, por ejemplo, un escritor ruso debía esperar de tres a cinco años para publicar, pero si escribías en otra lengua salías en un año, porque había un programa de promoción. Aunque hay que admitir que la calidad literaria no siempre era buena. Con la caída del Muro de Berlín todo eso se vino abajo.
 
Ahora se intenta revertir el proceso con la creación de un Instituto de Traducción, pero habrá que esperar a ver cuál es el efecto.
 
Además, en Rusia impacta la globalización, como en todo el mundo. Los relatos en lenguas locales se refieren también a realidades locales, con sus pequeñas comunidades y ocupaciones «antiguas» parecen cada vez más «exóticas» a los ojos del público mundial.
 
La nueva ley contra la propaganda homosexual, la Iglesia, el Kremlin  y la libertad creadora
 
Desde el público, hicieron a Roman Senchin dos preguntas sobre la actualidad de su país:
 
¿Cuál puede ser el efecto de la nueva Ley contra la Promoción de la Homosexualidad en la creación literaria?
 
En general, no se supone que esta Ley afecte a la literatura, se supone que prohibirá la propaganda en espacios muy abiertos a las personas menores de edad, como la TV y el cine. Pero el hecho es que sus límites no están claros, y eso tiene nerviosa a mucha gente. Personalmente, no soy partidario de aupar la homosexualidad, pero tampoco de poner zancadillas a la libertad de expresión. Considero que toda esta campaña de políticos y periodistas es una cortina de humo para desviar la atención pública de problemas mucho más graves, como la economía y la corrupción.
 
¿Qué cree de la relación entre la cúpula de la Iglesia Ortodoxa Rusa y el gobierno actual?
 
Creo que cualquier religión es agresiva por naturaleza, pues parte de su objetivo siempre será salir a la calle a ganar adeptos. Pero la fusión de intereses entre Iglesia y estado en Rusia ahora es algo que realmente preocupa a la gente.
 
Pensando sobre ambas cosas, yo no debía responder ahora, valdría la pena escribir un cuento o novela al respecto. Pues a un escritor no le conviene quedarse con un punto de vista, debe discutir con el papel.
 
Tomado de Web FIL 2013

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s