Pues por supuesto, las activistas queer también cumplimos años, lo que no lo celebramos como el resto de las personas ¡faltaba más!
Yo -escarmentada por lo del 2011- tenía super planificado que RJ enfermara de la barriga, para llevarlo a la Editorial, al ICL y que se durmiera en la guagua camino a casa.
Luego estaba previsto que mi madre escapara de su reunión de profesores de química para obsequiarme un «Brazo cubano de chocolate» (la receta a pedido, que no tiene copyrigth) y lavar las sábanas sucias de hermosa caquita de bebé.
Mientras, en la lejana y convulsa españa, June Fernández me quitó todo menos el velo en una entrevista que me pone en la misma liga que Isabel Moya ¿es o no un tremendo regalo ese? Tiene que leerlo: «¿Por qué uso velo? Porque soy feminista y visto como me da la gana»
Y por último sabía que, sin dudas, la cena estaría presidida por una maravillosa ensalada de tomates y col que dejó a mi alma lista para reconciliarse con el hecho de que, desde esta mañana, ya no tengo al único ministro «peludo» de Cuba.
Además, los mensajes de la malvada facebook fueron divertidos.
Y claro… estaba Rogelio